EN HONOR AL " TiTi " |
Género: Progresivo-Sinfónico
Tracklist:
1.- Voices
2.- Remembering
3.- Theme
4.- Toward The Sun
5.- Red Carpet For An Autumn
6.- Dawn Of Evening
7.- Shangri-La
Primeramente
quiero disculparme con vosotros por la tardanza en esta nueva entrada, la
enfermedad de mi padre y su posterior fallecimiento me dejo sin capacidad y
ganas creativas, “ TiTi ” esta entrada es en tu honor.
YES-GENESIS,
empecemos esta nueva entrada con el nombre de dos de los padres del rock
prog-sinfónico y que han dominado la escena progresiva durante décadas, pero no
es de estos archiconocidos supergrupos de los que vamos a hablar sino de un
enigmático grupo británico con mucho carácter llamado DRUID, ya iréis
comprendiendo el motivo.
Como
ya sabéis en este mundillo hay grupos de referencia y otros “acomodados” que
siguen su estela, en algunos casos con poco o ningún éxito musical y en otros
lo bordan, es el caso de DRUID. Fueron rechazados en algunos sectores
puristas por su semejanza a YES y a otros grupos parecidos como los americanos
STARCASTLE (ya hablaremos en otra entrada de ellos). Yo no comparto la opinión
de otros al repudiar a grupos excelentes o no por el hecho de tener una misma
semejanza musical, de ahí mi esfuerzo por aportaros música más bien desconocida
injustamente por la gran mayoría ya sea por desdén o desconocimiento.
Una
vez dicho esto destapemos a este grupo, sacaron al mercados solo dos discos el
primero en el 75 “Towards The Sun” y el segundo “Fluid Druid” un año después.
Banda compuesta por Neil Brewer (bajo Rickenbaker), Andrew McCrorie-Shand
(instrumentación analógica en los sintetizadores, moogs y hammond), Cedric
Sharpley (batería y percusión) y por último Dane Stevens (guitarra y voz), la
críticos fueron muy duros con este primer álbum difamándolos debido a su alta
similitud con YES, pero aparte de la música también tuvo la “culpa” su
vocalista Dane Stevens que se asemejaba mucho a Jon Anderson.
Según
mi opinión una vez que oyes el disco te das cuenta de que la música de DRUID es
autentica y propia con muchos puntos de conexión pero menos psicótica y
habilidosa que la de YES, son más melosos y finos en los arreglos, se hace más
cautivante e interesante en la escucha, predominando las armonías, con un
sonido suave pero dinámico. Ya puestos diferenciemos a la banda, es cierto que
la voz de Dane Stevens es claramente gemela a la de Jon Anderson y también es
verdad que el bajo de Brewer está claramente influenciado por Chris Squire,
pero ya en los teclados McCrorie-Shand tiene su propia marca y no se parece en
casi nada al barroquismo de Rick Wakeman, en cualquier caso las cualidades del
grupo son excelentes.
Y
sin más preámbulos vamos a cribar este rutilante disco, pero en esta ocasión me
vais a permitir que no empiece por el primer tema del disco “Voices” el motivo
es que su inicio es muy progresivo y podría ahuyentar de primeras a los muy
sinfónicos, por eso prefiero iniciar con la primera entrada de la segunda cara
del LP, “Red Carpet For An Autumn”, este tema es muy audible y llevadero,
además es la pieza más corta del disco con lo cual es ideal para su inicio. Es
una balada celestial y frágil, con una orquestación traslucida pero en mi
opinión con tratamiento solido, es un excelente pasaje de añoranza en un mundo
de fantasía, compaginando piano y mellotrón, por supuesto es imposible no
prendarse de la voz de Dane Stevens.
Ahora
si empecemos por el principio “Voices”, un tema de 8 minutos propio de la marca
prog-sinfónica, los que tengáis buen oído notareis partes de GENESIS y
lógicamente de YES, el inicio es muy resolutivo y vigoroso, pero siempre dentro
del terreno melódico, tiene múltiples desvíos y giros en el ritmo, siempre con
la melodiosa voz de Dane donde hace muy buen trabajo con su canto de falsete
demostrando sus registros más bajos y dando sensación de tranquilidad , es aquí
donde Neil Brewer se explaya con el bajo igualando al mismísimo Chris Squire
(YES) haciendo gruñir a su bajo Rickenbaker.
“Remembering”,
contienen armonías laxantes y frondosas, con una orquestación sencilla y un
estilo espontaneo. El mellotrón siempre presente, resumiendo muy de YES con
ritmos muy parecidos aunque en el conjunto algo más dinámico, en ocasiones me
recuerda a la primera época de GENESIS.
“Theme”,
un tema donde cada uno intenta marcarse su momento brillante, muy instrumental,
donde se nota un buen sabor a jazz-rock. Ya hemos hablado de la omnipresencia
de los teclados donde Andrew McCrorie-Shand destaca por su dinamismo y
perfección, aunque ciertamente algo lejos de RICK WAKEMAN (YES), nada que decir
sobre el bajo un fuera de serie, en cuanto a la guitarra tocada por el mismo
Dane Stevens es muy tipo soul pero en ningún caso comparable a los toques
delicados y sublimes de STEVE HOWE (YES).
”TowardThe Sun”, cierto sabor folk-rock, como ya hemos escuchado anteriormente
mantenemos la misma línea sinfónica y sin variar el tipo y la forma del toque
de la instrumentalización, por supuesto con matices muy delicados y al final
viveza con el bajo y sintetizador.
“Dawnof Evening”, la influencia de YES es muy palpable, pero también se hace notar
GENESIS sobre todo no dejéis de atender el pasaje a partir del minuto 7:20,
extraordinario, un trazo de genialidad. Con seguridad el mejor tema, el inicio
sensacional, fácil de transmitir y de entender, con un cantico sublime y
frágil, la orquestación es transparente y sin complicaciones, si se nota y
mucho un bajo muy calmado y con influencias jazzísticas, la orquestación
es transparente pero con un desarrollo narrativo musical muy sólido. Es verdad
que utilizan mucho los medios-tiempos pero si te gustan como a mí los paisajes
musicales entonces disfrutaras.
“Shangri-la”,
para este final las modulaciones de Dane Stevens tiene su punto culminante con
una demostración de giros vocales, consiguiendo que este tema sea el más
sinfónico del disco, y todo esto se traduce en un anexo a la música de YES. Lo
que más me gusta son los cambios de ritmo pasando de un progresivo suave a un
sinfónico seductor, resume en si el significado del rock prog-sinfónico. Es la
canción mas larga pero se hace corta y evoca la búsqueda de un paraíso de un
lugar utópico.
Todo
el contenido del álbum, la parte vocal, teclados, bajo, en definitiva todo el
espacio orquestal es un himno a YES, un disco de primer nivel. Es un disco
difícil de conseguir pero imprescindible de tener, el tiempo pasa de lado y la
música no comercial se olvida y entre todos tenemos que evitarlo.
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